La mitad de todos los alumnos en el mundo, unos 826 millones, carecen de “acceso a una computadora en su domicilio”, recuerda la Organización de Naciones Unidad para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO)en momentos en que se favorece la enseñanza a distancia en muchos países para frenar la pandemia de COVID-19.
“Y 43 % (706 millones) no tienen internet en casa”, agrega laUNESCO en un comunicado, en el que denuncia la “fractura digital preocupante en la enseñanza a distancia”.
“Las disparidades son particularmente evidentes en los países de ingresos bajos: en África subsahariana, el 89 % de los alumnos no tienen acceso a computadores familiares y el 82% no tienen internet”, subraya la organización.
“Asimismo, aunque los teléfonos móviles pueden permitir a los alumnos acceder a la información, conectarse entre ellos y con sus profesores, unos 56 millones de alumnos viven en lugares a los que no llegan las señales de redes móviles, de ellos, la mitad en África subsahariana”, agrega UNESCO.
Estos datos han sido recabados por el Equipo Especial Internacional sobre Enseñantes, una alianza coordinada por UNESCO, sobre la base de datos de su instituto de estadísticas, y la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), según el comunicado.
Al menos 1,500 millones de alumnos y 63 millones de maestros de primaria y secundaria están afectados por las perturbaciones sin precedentes causadas por la pandemia COVID-19, con el cierre de centros de enseñanza en 191 países, según UNESCO.
Audrey Azoulay, directora general de la organización, cree que hay que “multiplicar el esfuerzo para que todos puedan tener acceso a las conexiones” de telefonía, así como “apoyar otras alternativas, como poder recurrir a emisiones de radio y de televisión comunitarias y a la creatividad en todas las formas de aprendizaje”.
UNESCO señala que para los “enseñantes de las regiones donde las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) y otros métodos de enseñanza a distancia están menos disponibles”, la transición hacia el aprendizaje en línea ha sido muy difícil “o incluso imposible”.
La subdirectora general de la UNESCO, Stefania Giannini, dice que las desigualdades constituyen una amenaza real para seguir el aprendizaje en esta crisis de educación.